Ante retos apremiantes como la escasez de materias primas y el crecimiento de la población, llevamos mucho tiempo aplicando los principios de la economía circular.
Nuestros productos se diseñan desde el principio para que los componentes instalados puedan sustituirse individualmente y, cuando procede, reacondicionarse. En nuestras unidades de termorregulación apostamos por un diseño modular, con piezas fácilmente desmontables y sustituibles por separado.
Además, contamos con un amplio stock de piezas reacondicionadas, lo que nos permite suministrar repuestos incluso para unidades de termorregulación con 40 años o más.
Gracias a la optimización continua de nuestros procesos internos de fabricación, ya hemos logrado avances significativos en el ahorro de materiales operativos y consumibles. Hemos reducido el consumo de recursos en más de un 28 % y aplicamos de forma coherente un enfoque circular, reintegrando en el proceso productivo la mayor parte posible de los materiales operativos y residuos.
Para minimizar también las emisiones de CO2 derivadas de largos trayectos de transporte, hemos creado una red creciente de proveedores de la región. Además, damos gran importancia a una producción que cumpla los estándares de «Made in Germany», fabricando nuestras unidades de termorregulación en Alemania.
Otro factor importante es el suministro eléctrico de nuestra producción. Confiamos en electricidad verde de producción propia para que nuestros procesos de fabricación sean sostenibles.